Calle Núñez de la Peña. La Laguna. Tenerife |
-Qué fue, un infarto?, preguntó alguien.
-¡No, qué va!- me ha dicho un primo de Antonio el Sargento, que se suicidó, contestó otro.
-¡Estás equivocado!- balbuceó "El Naripa", que venía alegre de casa Juan El Gago y, tras una pausa, sentenció: ¡Envenenado! -se comió un pescado con anicete y del hospital...pal nicho.¡Hip!
-Será, con anisaki, Miguel.
-Eso, y... yo qué dije?. Dame un cigarrito, primo.
El bueno de Foncho, harto de habladurías puso carteles tras los cristales de su establecimiento, del siguiente tenor: "Cerrado por jubilación. Estoy vivo, gracias a Dios. Que les den por culo a las malas lenguas. Firmado: Alfonso Afonso Afonso, Foncho para los amigos" en "La Laguna Patrimonio de la Humanidad, cuna de las malas lenguas"... Cosas de pueblo.