|
Jardín Japonés, Buenos Aires Argentina |
Hace tres años tuve la oportunidad de pasar unos días de primavera por la hermosa ciudad de Buenos Aires. Allí, al igual que el resto del cono sur, la primavera comienza el 21 de septiembre, constituyendo un hecho festivo y de jolgorio. La gente adorna sus tocados con flores y los parques se tornan bulliciosos y alegres. En Palermo sus extensas zonas verdes se llenan de colorido, en especial, el coqueto Jardín Japonés, donde la flor del ciruelo cobra protagonismo sobre un paisaje intervenido lleno de serenidad y simbolismo.
Sirva esta entrada para expresar mi solidaridad con el pueblo japonés y mi deseo que, haciendo gala de esa serenidad que tradicionalmente le caracteriza, sepa superar la tremenda adversidad que le castiga.