De Arch-Semi: Aldabas |
Tras el desgarro emocional, pasadas de las exequias, encargó al herrero de la Grimona, que le forjara una aldaba muy especial de su ocurrencia, como expiación adecuada a su rango, de tal manera, que cada golpe del martillete le hiciera recordar su desolación y descuido. La mandó instalar en la puerta de acceso al piso alto, en casa de la hacienda de La Rambla, frente a la costa, donde pasaba días y meses de retiro al año, encerrado con su poesía y malvasía.
La Rambla. De Arch-Semi: Tenerife 4 |
Por la intensidad sonora, adivinaba el motivo de las visitas y adecuaba su vestimenta o prescindía de alguna prenda, mientras distraidamente recitaba sus loas. Las malas lenguas que disfrutaron de sus caldos y conocieron bien su métrica, dijeron que ésta era tan hermosa como su ocurrencia.
La noche del 3 mayo 1770, dicen que maridos agraviados, arrojaron al Barón por un barranco cercano. Otros... que Holgada, la yegua que montaba a pelo, se desbocó. Lo cierto es, que esa misma tarde, hubo danzas y hogueras por ambas calles del Realejo de Arriba, dando origen a una tradición festiva, que se conserva hasta nuestros días, con muchos fuegos de artificio.