Rafael Arozarena

Cementerio con vistas, Igueste de San Andrés. Arch-Semi

Nos dejó el hombre... y, al instante, se transformó en
fetasiano

Muerto, muerto, ya muerto.
Ya muerto y todavía
alguien, algo me pide
que encienda el corazón.
¡Si viérais que es difícil
nacer como poetas!

R. Arozarena