Pinares

Vista parcial del Parque Natural Corona Forestal, Isla de Tenerife.
La mayor superficie arbolada de las Islas Canarias, en alturas superiores a 900m, la ocupan los pinares. Antiguamente fueron sobreexplotados por la calidad de su madera -la tea- empleada en construcción (vigas, artesonados, balcones, etc) así como por su resina (pez o brea), que se usaba para calafatear barcos; también, desgraciadamente, como leña para alimentar los trapiches de caña de azúcar. Sus hojas secas - la pinocha - se usaba en el empaquetado de las piñas de plátanos y en habilitar lechos para el ganado que, con los excrementos, generaba abono orgánico para la agricultura. Hoy en día el pino canario es una especie protegida no solo por sus cualidades botánicas, sino por constituir un elemento importante como colonizador de sustratos volcánicos y, en conjunto como masa forestal, fundamental en la recarga del acuífero insular. La pinocha es actualmente un producto en desuso que, en los veranos, constituye un peligro latente para el propio pinar.