|
Dársena de pesca, Santa Cruz de Tenerife |
Estuve hoy, desde primera hora del día en el varadero de la dársena, absorbiendo como una gran esponja marina, el devenir de la reparación de mi barco. Y qué decirles..., me llevé una grata alegría ante los progresos lentos que presenta la deteriorada maquinaria, perceptibles por los protocolos y demás verificaciones efectuadas por expertos. Mi alegría, por ahora, es como una flor varada a la que tengo que cuidar y regar con ilusión... El océano nos espera.