El Postre

SOUVENIR

Camello de Ángel, De arch-Semi 2
Al final del viaje, el turista se lleva un recuerdo de la tierra que visita, un "souvenir" para regalar al cuñado/a o exhibir en la estantería. Debe ser llamativo, a la vez que exótico y, así, dar motivos para hablar del viaje, bla, bla... ver las fotos, bla, bla... el video y demás martirios para las visitas. Su atractivo, debe ser inversamente proporcional a su estética, si no, no es explicable el negocio de "souvenir" hortera que se prodiga, por todos los enclaves turísticos.
P.ej: Comprar un camello de plástico cargado con piñas de plátanos, como recuerdo de Tenerife, es cuanto menos un cachondeo,- por no decir un insulto-, sin embargo, es la baratija más demandada por nuestros visitantes, junto con la banana saca-tapas y la pareja de magos en traje típico.
Quién da más ?...-La Consejería de Turismo?
En Canarias, seguro . Hay hoteles de TI que plantean servir un bufé semanal temático de postres "Kitsch art" y, como promoción cultural de las islas ante el turismo de Islandia, solicitar una subvención. Todo vale. Hay que ayudar al sector!

Hablando de camellos y cachondeo... me recuerda una anécdota: en La Laguna, por los años 60, en la cabalgata de reyes, S.M. Melchor siempre montaba un camello viejo y lento, tirado por Ángel, su camellero. Al bondadoso Rey -concejal de festejos, por montar el "camello de Ángel" y normalmente llegar el último a los actos oficiales, era conocido en su amplio entorno, como- Su Majestad, El Postre.